miércoles, 8 de julio de 2009



VALLE DEL CEDRÓN.
La topografía de Jerusalén es del todo singular. La ciudad antigua viene a ser un enorme repecho que culmina en la parte occidental. Por el contrario, los muros orientales parecen contener a la ciudad, evitando que se deslice hacia el torrente del Cedrón. Éste la bordea prácticamente en su totalidad. Nace de la confluencia de varios cursos de agua al noroeste de Jerusalén. Bordeando el monte Scopus, se asoma tímidamente a la ciudad. Atraviesa la zona de Getsemaní, englobando el recinto donde se conserva la tumba de la Virgen y la gruta de la traición. El huerto de los Olivos, asiste, como testigo mudo, al paso de ese torrente que de repente renuncia a sus recodos y vericuetos para convertirse en un valle amplio y hermoso.
Continúa recto separando Jerusalén del monte de los Olivos. Sin embargo, cuando llega al valle llamado de Josafat, da un viraje inesperado, como si temiera perder contacto con la ciudad. Sigue su curso serpenteando a lo largo del antiguo Ofel, mientras en la otra pendiente el pueblecito de Siloé lucha por subsistir. La fuente de la Virgen (Gihón) marca el comienzo de un ligero declibe que se pronuncia aún más en la piscina de Siloé donde el Cedrón gira bruscamente hacia el sur, para adentrarse y perderse en el desierto de Judá y desembocar finalmente en el Mar Muerto.
El Cedrón no puede hablar.¡Qué lástima! De hacerlo,cuántas cosas nos diría Jesús.Recogió, sin duda,su sudor cuando,en días calurosos,se dirigía al monte de los Olivos.Le oyó quizá proferir amenazas contra los fariseos,que levantaban sepulcros a los profetas(Mt 23,29),pero no querían escuchar el anuncio evangélico.El Cedrón escuchó también los gritos salvajes de las hordas que,el día de jueves santo,bajaron a Getsemaní para prender a Jesús.Este había cruzado antes el valle para ir del Cenáculo al huerto de Getsemaní.Y pocos días antes subió por el camino del templo entre la algazara y el júbilo popular.El Cedrón sabe mucho de sudores,paseos,retiros,urdimbres y amenazas.Todo ello relacionado con Jesús.
Por otra parte,este valle tan expresivo y lleno de recuerdos siempre ha servido de cementerio a los habitantes de la ciudad.Incluso hoy pueden verse tumbas modernas,unas bien conservadas y otras profanadas por ese odio de pueblos que,aun cuando siembre el pánico con bombas y metralla,no logra ahuyentar el mensaje de paz transmitido por tantos muertos que otrora convivieron con Jesús.El "shalom" evangélico jamás se desvirtuará a causa de rivalidades humanas.
El Cedrón es,pues, un enorme valle sembrado de muertos,los cuales-contemplados a la luz de Cristo-difunden acordes de resurrección.Jesús,que es la resurrección y la vida,permitió también a los muertos compartir su triunfo pascual(1 Pe 3,18-22).En el Cedrón no se puede hablar de muerte sin pensar en la resurrección.
1.TUMBA DE LA VIRGEN.
A la derecha de Getsemaní,en la cuenca misma del Cedrón,se desciende por una escalinata a un atrio.Al frente está la entrada de la iglesia de la asunción,custodiada por diversas confesiones ortodoxas.Tras descender 45 peldaños se llega a un oscuro replano.Siguiendo a la derecha,se penetra en un recinto en cuyo centro se venera la llamada tumba de la Virgen.Una tradición antigua quiso que María fuese enterrada allí,subiendo en cuerpo y alma a los cielos.



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